Este tipo de carga requiere de un manejo especial. Conozca cómo opera en las terminales del Grupo.

No hay duda de que el contenedor es uno de los grandes inventos de la industria marítimo-portuaria. Patentado a finales de los años 50 por iniciativa del empresario Malcolm McLean, este invento hizo más seguro y eficiente al transporte de carga marítima. A hoy, hay de varios tipos para toda clase de productos y reutilizados como albergues u oficinas cuando su vida útil expira. Sin embargo, el contenedor no lo puede todo; hay cargas que sobrepasan al clásico contenedor estándar de 40 pies, se trata de la llamada carga suelta.

¿Qué es la carga suelta?

Como su nombre lo sugiere, se trata del tipo de carga que por sus características no puede ser almacenada en contenedores estándar. El glosario del World Shipping Council, bajo el nombre en inglés de “breakbulk cargo” la define como aquella que es “almacenada directamente en la bodega de un barco, en lugar de un contenedor o a granel”. Resalta particularmente el caso de los productos que son demasiado grandes y agrega que el volumen de este tipo de carga “ha disminuido dramáticamente a medida que avanza la contenerización”.

Las principales mercancías de carga suelta que reciben las terminales de la Sociedad Portuaria de Cartagena (SPRC) y Contecar son maquinaria industrial, transformadores, botes, yates, cajas grandes, llantas de equipos, partes de maquinaria, maquinaria pesada, vehículos, camiones, trailers o volquetas. Normalmente, se colocan sobre plataformas o en contenedores cuyo techo o incluso laterales se han removido para “incrementar” su capacidad artificialmente y adaptarse así a las dimensiones de la carga, los llamados open tops y los flat racks.

El protocolo

El Grupo Puerto de Cartagena cuenta con un protocolo especial para el descargue de carga suelta. Esta carga pasa por todas las partes del procedimiento estándar: determinar sus características (peso, centro de gravedad, puntos de izaje, modo de transporte, barco en el que llega, disponibilidad de las bodegas, entre otros), y, además, se deben tener en cuenta algunas medidas adicionales como

1. Informar con anterioridad a la reserva, los pormenores de las características de la carga.
2. Indicar si se requieren equipos especiales para manipular la carga como extensiones (barras, cadenas, sistemas personalizados de izaje, entre otros).
3. Revisar las condiciones de todas las superficies de apoyo y especialmente en los puntos de aseguramiento. 

En la mayoría de los casos, la carga se transporta desde el muelle hasta su posición en patio o bodegas mediante una cama baja, que consiste en una plataforma especial para cargas de alto peso y volumen.

Los camiones que transportan esta carga siguen un protocolo estricto que involucra medidas como buscar la ruta más corta posible, no tomar curvas cerradas ni avanzar a más de 5 km/h (o 1 km/h en las curvas) priorizando la estabilidad y seguridad de la carga.

Un elemento importante

Este tipo de carga es clave en la diversificación de las operaciones portuarias, ya que permite atender una amplia variedad de productos de gran tamaño, peso o características especiales. El manejo eficiente de esta carga contribuye a la competitividad del puerto, asegurando una operación segura y ágil para los clientes. Y esto es posible, gracias a la conectividad del puerto con mercados internacionales, permitiendo el acceso de importadores y exportadores a una red logística más flexible y eficiente. Durante el 2024, se atendieron 10.778 pedidos de carga suelta o sobredimensionada.