Febrero 24, 2017

El comercio de alimentos siempre cuenta con un mercado garantizado.  Las más de siete mil millones de personas que habitan el planeta demandan alimentos diarios y el crecimiento de la población mundial se mantiene.

Según cifras de la sociedad Agrarmarkt Informations-Gesellschaft, en 2016 se produjeron en el mundo cerca de 1,23 millones de toneladas de hortalizas y unos 800 mil millones de toneladas de fruta.

Mientras en el Fruit Logistica 2017 (el mayor encuentro a nivel mundial del sector hortofrutícola) se premió una innovación que busca retrasar de uno a dos días la coloración en los bordes de las ensaladas y reducir el desperdicio de alimentos; en el transporte y la logística de este tipo de carga se trabaja en la forma más eficiente para llevarlos de los grandes centros de producción a los grandes centros de consumo en perfecto estado.

Los cambios e innovaciones en la industria marítima han ido relevando los barcos frigoríficos por los reefers o contenedores refrigerados. Aun así el debate sobre cuál de los dos mecanismos es mejor para el transporte de alimentos no se ha cerrado y son muchas las variables a considerar. Lo cierto es que toda esta tecnología potencia el comercio internacional de productos perecederos colombianos que hasta hace poco se producían sólo para consumo interno.

Las dinámicas por diversificar la economía colombiana a partir de la caída de los precios de los commodities ha potencializado la producción de una serie de alimentos que cada día son más apetecidos en los mercados internacionales. Es el caso del banano, el aguacate hass y la piña.

El Espectador entrevistó esta semana a Juan Camilo Velásquez gerente de ventas de Maersk Line Colombia y allí explicó que el transporte de contenedores refrigerados permitió el crecimiento de las exportaciones de algunos productos colombianos por encima del 100%. “Mientras al cierre de 2015, uno de cada 10 contenedores movidos fue refrigerado, en 2016 esta proporción aumentó a uno de cada cuatro, es decir, un 25 % del total…”

“…Hace cinco años comenzó un boom de sembrado de aguacate hass. Se empezó a cultivar en el país y en los últimos dos años tuvo un crecimiento muy importante en sus exportaciones a Europa. Entonces, si no fuera por los contenedores, porque eso requiere de una atmósfera controlada en el manejo de dióxido de carbono y demás, ese aguacate no podría llegar a Europa y esa oferta no podría conectar con su mercado…” 

Desde el Puerto de Cartagena por ejemplo, al contar con la infraestructura adecuada para mantener la cadena de frío específica de cada producto perecedero de exportación colombiano, se llegaron a movilizar en el 2016, 9.218  toneladas de aguacate hass, 8.628 toneladas de gulupa y uchuva, 5.950 toneladas de carne de res, 3.125 toneladas de pescado y mariscos, más de 8.450 toneladas de pulpa de fruta, entre otros.

En total, por el puerto de Cartagena se movilizaron 27.729 toneladas de frutas frescas y sirvió también de plataforma logística para otro tipo de productos refrigerados como es el caso de las flores, con las que se alcanzaron las 3.336 toneladas movilizadas en 2016.  El total de productos perecederos exportados durante ese año fue de 52.085 toneladas.

Juan Camilo Velásquez en uno de los apartes de la entrevista en mención destaca: “Cartagena será un puerto que seguirá siendo la conexión de Colombia para el mundo. Por ese puerto entra toda la carga de Europa, toda la de la costa este de Estados Unidos y la de México, uno de nuestros más importantes socios comerciales. Carga de Brasil, que viene creciendo, su puerto natural de entrada es Cartagena”.

Es así como la Organización Puerto de Cartagena a través de sus terminales de Sociedad Portuaria y Contecar apoya el comercio exterior colombiano y brinda a los exportadores que se abren paso en esta nueva dinámica de la economía colombiana, una plataforma logística de vanguardia para conectar sus productos con 750 puertos de 150 países.