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Colombia, un actor estratégico en las tendencias del nearshoring en 2024
Por: Maria Claudia Lacouture, presidente de AMCHAM Colombia.
La evolución de las dinámicas comerciales globales, la diversificación de riesgos, el establecimiento de bloques económicos y políticos, junto con la eficiencia y reducción de costos de producción se posicionan como los principales mecanismos catalizadores de la inversión en 2024. Estas tendencias, además del surgimiento de tensiones geopolíticas mundiales, reflejan cada vez más un interés empresarial por mitigar la dependencia económica en determinados centros de producción.
En el panorama internacional, la afinidad económica y política ha adquirido mayor relevancia como estrategia para fomentar la cooperación entre países y salvaguardar fundamentos de seguridad nacional con base a valores compartidos. Este enfoque de bloques continuamente destaca por su influencia en prácticas comerciales, dando forma a iniciativas de política pública y fortaleciendo el relacionamiento bilateral, especialmente en medio de la tensión EE. UU. – China.
El espectro de oportunidades en América Latina y Colombia responde a la mayor proximidad geográfica, costos competitivos, fuerza laboral especializada y relativa estabilidad que ofrece la región a inversionistas estadounidenses. El nearshoring, entendido como estrategia empresarial, sigue perfilándose a nivel organizacional como un impulso a la diversificación productiva y la resiliencia de las cadenas de suministro, posicionando a la economía colombiana como un actor estratégico.
A lo largo de enero y noviembre de 2023, Colombia se consolidó como el tercer mayor proveedor de Estados Unidos en la región, lo equivalente a US$ 14.853 millones y situándose tan solo por detrás de México y Brasil, según el US Census Bureau. A partir de este escenario, México logró convertirse en el mayor socio comercial estadounidense en el mundo, alcanzando US$ 438.986 millones y superando el liderazgo de China durante los últimos 16 años.
Desde la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, 108 productos colombianos con oportunidad en la tensión comercial EE. UU. – China han presentado una perspectiva favorable en el desarrollo del nearshoring. Las exportaciones de estos bienes al mercado estadounidense continúan siendo favorables, incluso ante la desaceleración del comercio global, aumentando desde US$ 7.510 millones en los primeros once meses de 2022 a US$ 7.530 millones en el mismo período de 2023.
Los productos agrícolas representan el 45% de las exportaciones colombianas a Estados Unidos en los 108 productos con potencial entre enero y noviembre de 2023, con envíos por US$ 3.350 millones. En AmCham Colombia, destacamos la oportunidad crecimiento de 250% para el sector agropecuario en los próximos cuatro años, mediante un mayor esfuerzo público-privado con entidades, gremios y academia.
Los suministros de químicos, papel, y manufacturas diversas también resaltan en la oferta exportadora no minero-energética de Colombia en el mercado estadounidense. Estos sectores reportaron ventas por US$ 290 millones en los primeros once meses de 2023, un incremento de 26% con respecto a los US$ 231 millones del mismo periodo de 2022.
Entre enero y noviembre de 2023, el liderazgo de los productos colombianos ante una menor proveeduría china en Estados Unidos concentró principalmente en productos emergentes como frutas y comestibles (US$ 84 millones); accesorios para tuberías de hierro o acero (US$ 66 millones); ácidos carboxílicos (US$ 41 millones); aceite de palma (US$ 38 millones); botellas para el envasado (US$ 21 millones); y papel y cartón (US$ 18 millones), respectivamente.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina puede atraer US$ 78.000 millones en exportaciones, especialmente en el suministro de bienes y servicios relacionados con el sector automotriz, textil, farmacéutico y energías renovables. En Colombia, el organismo estima alrededor de US$ 2.573 millones adicionales al tejido exportador, consolidándose como uno de los países más beneficiados en la región.
La relocalización de las empresas es un proceso que no se da de forma fortuita, sino que debe inducirse de forma estratégica a través de la política pública. El desarrollo de infraestructura, la formación para el trabajo, y el despliegue de acciones de seguridad jurídica serán fundamentales. En 2024, las oportunidades demarcan el horizonte, y saber aprovecharlas, con el apoyo de aliados como AmCham Colombia y el Grupo Puerto de Cartagena, marcará el camino.