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Positivo y moderado 2024

María Alejandra Martínez, directora de Investigaciones Económicas de Acciones y Valores

Por: María Alejandra Martínez, directora de Investigaciones Económicas de Acciones y Valores

En el primer trimestre del año, observamos un crecimiento del comercio de bienes y servicios -aunque inferior al 2% trimestral- impulsado por dinámicas favorables para los EE.UU. y los países en desarrollo, algunos asiáticos. Europa, por su parte, ha mostrado una menor dinámica desde 2023, reflejando un enfriamiento más pronunciado, los altos precios de la energía y una demanda débil por parte de China.

En términos generales, la dinámica en lo que resta del 2024 seguiría siendo positiva, a ritmos moderados, pero estaría sujeta a riesgos a la baja.  

En los próximos meses, las decisiones de política monetaria, en especial de la Reserva Federal (FED) de los EE.UU. podrán impactar en las tasas de cambio y, consecuentemente, en la competitividad de las exportaciones e importaciones. De acuerdo con las estimaciones, analistas proyectan que la FED pueda iniciar sus recortes de tasas de interés en septiembre, algo que debilitaría al dólar estadounidense para dar un impulso adicional al comercio global tanto en precios como volúmenes. Además, el aumento de la demanda de productos relacionados con la transición energética y la inteligencia artificial (IA) deberían contribuir al crecimiento del comercio durante 2024.

Como posibles riesgos, las condiciones financieras externas serán el tema crítico de análisis. En caso de que las expectativas de corto plazo de la inflación de Estados Unidos incrementen, esto podría obligar a mantener altas las tasas de interés durante más tiempo, dándole fortaleza al índice del dólar estadounidense y generando presión para una desaceleración adicional del crecimiento global en 2024, lo que debilitaría el comercio. En China, la “débil” economía también limitaría con la demanda de materias primas importantes de países emergentes, entre otros bienes y servicios. Por eso, será fundamental tomar otras medidas de estímulo fiscal que apoyen el crecimiento del país para dinamizarlo.

Además, las políticas comerciales de las grandes economías, especialmente durante los procesos electorales de este año, tendrán un impacto en el comercio internacional. Los resultados de las elecciones en los EE.UU. influirán decisivamente en las relaciones comerciales con China, la segunda economía más grande del mundo. Una posible reimposición o aumento de aranceles sobre productos chinos podría incrementar los costos de importación y desencadenar represalias por parte del gigante asiático.

La escalada de tensiones comerciales entre los EE.UU. y China podría tener efectos globales, afectando a otros países integrados en las cadenas de suministro y al comercio internacional en su conjunto.

Las tensiones geopolíticas también serán un factor clave a tener en cuenta debido al riesgo asociado en la alteración de las relaciones comerciales y las cadenas de suministro globales. La crisis del mar Rojo, de no contenerse en el corto plazo, seguiría afectando el comercio con las crecientes subidas de los precios de los fletes, encareciendo los costos del transporte de mercancías.