Cruceros y su impacto en la economía local

Por: Selwin Pardo Ramos 

“¡Hoy hay crucero!” es la expresión que se escucha en cada callecita de la ciudad amurallada, acompañada de las caras de felicidad de las personas que se dedican a recibir a los turistas y brindar sus servicios para hacer de su estancia una grata experiencia. 

La temporada de cruceros trae consigo la activación de, si no todos, la gran mayoría de los sectores que se relacionan con el turismo en la ciudad de Cartagena, empezando por los conductores de taxis y buses que llevan a las personas a los lugares emblemáticos, siguiendo con los guías que son como libros de historia abiertos que transmiten su conocimiento de la manera más simpática posible, las vendedoras de frutas que llenan de dulzor y frescura las acaloradas y rojas caras de los visitantes, y para no hacer extensa la lista, podemos nombrar a los artesanos, los restaurantes y terrazas, las joyerías, las tiendas de café, todos los rostros visibles y, los que sin serlo, hacen parte de esta maravillosa experiencia. 

Y es que en cada una de las recaladas se puede ver cómo la llegada de un crucero crea un efecto que contribuye al beneficio de la ciudad, cifras oficiales así lo demuestran, indicando que los ingresos directos que deja uno de estos enormes barcos supera los sesenta millones de dólares, cantidad que resulta muy atractiva para los comerciantes y que claramente repercute de forma positiva en la economía de la ciudad. 

Estudios de economía informan que un turista promedio gasta US$122 y un tripulante US$70, aproximadamente, que representan grandes ingresos para los comerciantes locales, teniendo en cuenta los volúmenes de pasajeros que se manejan en los cruceros. 

Este beneficio monetario se ve reflejado en el mejoramiento de la calidad de vida de todas esas familias cartageneras que encuentran en las llegadas de cruceros y de turistas en general la oportunidad de incrementar sus ingresos, a la vez que hacen que las personas que visitan la ciudad se enamoren y quieran volver; asimismo el sector turístico se fortalece y gana experiencia con la llegada de los cruceros, ya que se acrecienta la confianza y esto, a su vez influye para que otras líneas navieras quieran incluir a Colombia y en especial a Cartagena dentro de los destinos a visitar en sus recorridos. 

Por ser el turismo uno de los motores que mueven la economía en la ciudad, hay que recalcar e invitar a los sectores involucrados a conservar y a mejorar cada vez más las relaciones con visitantes, ya que es a través de este voz a voz que nuestra cálida acogida y carisma llega a nuevos destinos y se genera en todo el mundo la expectativa por querer visitar este maravilloso lugar. 

El Puerto de Cartagena se suma al robustecimiento del turismo abriendo las puertas de sus instalaciones, para que por medio de ellas, tanto los turistas como los tripulantes se sientan en un lugar seguro, brindando además las condiciones necesarias para la comodidad de las personas desde su arribo hasta el momento de la partida. 

El fortalecimiento de la economía es tal vez el elemento más tangible que tiene la entrada de los cruceros a la hermosa bahía de Cartagena, pero escudriñando un poco más, en lo que también impacta es en la memoria de las personas que atesoran en sus recuerdos las experiencias vividas durante su visita, guardan en sus corazones la amabilidad y hospitalidad de nuestra gente y en sus celulares las fotos con una hermosa sonrisa que al compartirlas con el mundo muy seguramente dirán: ¡aquí me sentí en mi casa!